¿Cuándo, cuánto tiempo?
“Me voy a fines de octubre y no sé cuándo vuelvo, me voy sin pasaje de vuelta”.
Hoy me puse a pensar sobre lo que es irse. Siempre el que se va dice que necesita paz, un tiempo para uno mismo, irse de la realidad. Pensé: Si yo decidiera lo mismo, ¿por qué lo haría? ¿cuál sería la razón que me lleve a sacar un pasaje al exterior sin fecha de regreso?.
Primero pensé, qué bueno estaría viajar en el tiempo que ya hemos vivido, decir “Hoy quiero revivir este momento y hacerlo aunque sea por una hora”. Si existieran los pasajes a un pasado, viajaría.
También pensé en los elogios a la tecnología. Acá uno tiene todo lo último, lo más moderno, lo más canchero, lo mejor. Pero cuando uno elige viajar así, se va a una playa sin nada. Solo sol, mar y arena; como dicen: “Pura vida”.
Pura vida y me quedé pensando en esa frase.
Como no tengo la valentía para dejar mis cosas acá, decidí viajar por unos días con mi cabeza.
”¿Cómo estás vos?” Me preguntó una amiga y yo le respondí que muy bien, que estaba como en una nube. Ese fue mi viaje.
Me tomé unos días para pensar, para salir de mí y verme exteriormente.
¿Cómo me veo, cómo me ven, quién soy, qué soy?
Una de mis frases preferidas es; “Debes ser el cambio que quieres ver en el mundo” de Mahatma Ghandi y es uno de los puntos de partida de mi vida.
Mirándome desde mi nube, pude grabar de nuevo esa frase en mí, a veces uno pierde su centro y se olvida de lo más importante.
En una charla con dos amigos, uno decía que si él no era el cambio no podía pretender que el mundo cambiara, lo que me hizo pensar en que otra vez me había olvidado de cómo era que yo quería vivir y en un libro el autor me lo volvió a recordar.
…”Quiero acostarme por la noche diciéndome que mi día ha sido útil, que he aportado mi granito de arena, estoy convencido de que cada uno de nosotros puede cambiar el mundo. A condición de no bajar los brazos, ni renunciar a lo que creemos justo ni dejar que pisoteen nuestros valores. De lo contrario uno es cómplice de lo que sucede”. Este escritor me decía: “Has vivido cosas que en cierta manera se han grabado en ti y condicionan la manera en que ves el mundo.”
Entonces recordé con cuidado cada momento que viví, los felices y los no tan felices. Qué aprendí de cada uno y cuáles se quedaron grabados en mí. Puedo resumir ese viaje a mi pasado en una frase propia “Si quieres ser feliz, lucha por serlo. Y luchar significa vencer con una sonrisa cada obstáculo.”
Hace unos días abandoné mi nube pero ya sé como puedo llegar a ella y entendí cuál es la razón o qué me llevaría a realizar un viaje.
Cuando me pierdo entre la gente o cuando mis manos están cómodas en el bolsillo debo viajar. Cuando miro sin ver, cuando todo me parece normal, cuando en vez de tener pura vida, tengo pura comodidad.
Hoy quiero ser un granito de arena, el cambio, y así poder tener una vida pura entre los míos.
¿Vos, por qué viajarías?
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