Cuando era Chiquita

Le tenía un poco de miedo a la oscuridad...
Pensaba menos las cosas...
Los sábados eran mis días preferidos porque venían mis primos a mi casa...
Me encantaba llegar del colegio y tomar el té con mis hermanos viendo televisión...
Me sabía todas las canciones de chiquititas...
Siempre a la salida del colegio, esperaba ansiosa ver el auto de mi abuelo estacionado en aquella esquina, él nos esperaba con una gran sonrisa y ricas medialunitas...
Los caramelos eran mis preferidos del kiosko...
Creía que mis papás eran todopoderosos...
Me gustaban las barbies..
Tenía muchas cosquillas...
Me creía lo suficientemente grande.

Hoy todavía no me creo grande.

Me encontré con un chiquito en el tren y le dí caramelos, casualmente era el mismo del que les hablé en alguna nota anterior.
Él es chiquito y trabaja pero estoy segura, segurísima que le encantan las mismas cosas que a mí me encantaban de chiquita y que de grande siguen encantandome.
Tiene cara de bueno y parece querer escapar con su mirada de su "horario laboral".

Quiero ser su amiga pero no se porque me pongo tímida y se me van las palabras de la boca.
Tan solo me sale decir:
- Tomá te regalo (un tanto nerviosa)
Y a su respuesta de gracias, le devuelvo un de nada seco.

Me encantaría cruzarmelo de nuevo y preguntarle su nombre, así ustedes también pueden conocerlo.
No se dónde estarán sus padres y sus hermanos, si es que los tiene.
Seguro tenga una gran familia, que no tuvo las mismas oportunidades que yo.


De chiquita soñaba con un mundo mejor...
De "grande" sueño con un mundo mejor.

Ellos jugaban en la Plaza "Libertad".

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